Conseguir un consejo
Un día, una vieja amiga de Susan me pidió consejo sobre sus dificultades económicas. La petición surgió de la nada. “Pensé que deberías estar al tanto”, dijo la voz al otro lado. Sorprendida, escuché los detalles de las deudas que acumulaba Susan: “Está desesperada”, añadieron. Los descubrimientos aportaron una nueva perspectiva a las acciones de Susana. La persona que llamó me dio las gracias y registró toda la información. Éste podría ser el impulso que necesitábamos.
Desesperación financiera
Explica que Susan está muy endeudada y que su búsqueda de las posesiones de su padre está impulsada por la desesperación. “Deudas, tarjetas de crédito… todo se está acumulando”, aclara su amiga. Tras oír esto, las estrategias agresivas de Susan empezaron a tener sentido. No sólo luchaba por sus posesiones, sino también por su vida. Esto añadió un nivel de complejidad al escenario. Reflexioné sobre las consecuencias y me di cuenta de que podíamos utilizar esta información en nuestro beneficio.